sábado, 7 de junio de 2008

Amor de Deseos

-A la mujer libre que hay en ti,

luego de una noche espléndida.-


Regreso a mi apartamento por la madrugada,
Las calles están desoladas, no hay sonidos,
No hay aromas nocturnos, sólo las luces que
Me acompañan de vuelta a la soledad. Bajo
Del carro para sentir las gotas de agua que
Caen dispersas sobre mi cabeza, me gusta,
Disfruto el frío del aire que se lleva los restos
De basura que llenan las orillas de la calle.
Todo continúa callado a mi alrededor. Deseo
Quedarme bajo las capas de lluvia que no cesa,
Tú me sigues acompañando en la humedad
De la hora muerta en nuestra ciudad. Logro
Sacar las llaves del bolsillo y abrir una puerta
Que cuida un pasillo oscuro y estrecho, subo
Unas escaleras y llego a otra puerta que se abre
Al girar el pomo, me adentro en una habitación
Con olor a sequedad inmensa. Desvisto con
Facilidad mi cuerpo y me inundo en una cama
Grandísima. Sigue la madrugada atrapándome
Dentro de la pieza y yo veo un techo desconocido,
Mis ojos derraman lágrimas pero yo yo yo yo no
Logro entender por qué. Creo que ya no controlo
Mi ser, mis ansias; luego me veo recostado sobre la
Cama y veo las siluetas que mi maltratado cuerpo
Dibuja en las sábanas, veo que lloro, que todo llora
Ahí en la soledad, y me percato que es mi alma la
Que no soporta tener que dormir sin ti, sin tu cálido
Ser, sin tu tersa piel, sin el aroma a dulces higos de
Tu largo y azabache cabello. Sí, yo yo yo yo, necesito
Dormir junto a ti, para olvidar todas las responsabilidades
Del mundo, para abandonar todo e irme a las esferas
Celestes junto a ti, donde nadie ni nada nos pueda
Lastimar, un lugar en el que tu y yo seamos el principio
Y el fin de la vida. Un lugar que no perturbe la magnanimidad de nuestro amor.

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