Nuestro entusiasmo alentaba a estos días que corren entre la multitud de la igualdad de los días. Nuestra debilidad cifraba en ellos nuestra última esperanza. Pensábamos y el tiempo que no tendría precio se nos iba pasando pobremente y estos son, pues, los años venideros.
Todo lo íbamos a resolver ahora. Teníamos la vida por delante. Lo mejor era no precipitarse.
1 comentario:
("offtopic": te agregué en mis 'links' de mi blog, sé que no es ni mierda pero no está demás contarlo-Speedy-)
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