jueves, 4 de diciembre de 2008

[[[AT-FIELD]]]

Pink

Montado en la burra veo a uno de los recién adquiridos
brocha-policía, capacitados para prevenir las extorsiones
y además cobrar el pasaje, hijueputa, reverbera en mi
mente junto al maldito dildo rosado de Marla, que no
logro exprimir de los sesos, cuando un tipo, sí, de esos
tipos “raros” se sube a la burra y se sienta a un par de
metros de donde yo estoy, cerca del brocha-policía, que
de alguna manera me da algo de tranquilidad, pero el
tipo usa un gorro que podría ser pasamontañas, acerca
la mano a la cintura quizá en busca de una pistola, pienso
que este maldito se va a tronar al cabrón piloto número
no sé cuanto (*consulte en la página web de elPeriódico,
morbosamente llevan la cuenta muy bien cronometrada)
y no dejo de pensar en el condenado dildo rosado de Marla,
ojalá lo hubiese traído conmigo, ahorita mismo podría pararme
y matarlo a pura verga con el erecto dildo rosado de Marla,
a lo GTA: San Andreas. Mierda, el brocha-policía ni se percata
de todo el vergueo, el caca ese se está levantando, sí, ahorita
saca el cuete y nos pisa a todos, nos coge bien recogidos con el
dildo rosado de Marla y se truena al piloto, y nadie más anticipa
el acabose en esta vaina, coño, qué carajos hago me pregunto,
salgo “disparado como bala” y me tiro por la puerta trasera o
pego el grito al cielo de LADRÓÓÓÓNNNN y dejo que la justicia
maya se haga cargo de todo. ¿Qué hago, qué hago? Cada vez se
acerca más al piloto y yo sigo aquí, indefenso, viendo cómo un
crimen inicia y acaba en un parpadeo, me cago en la leche de lo
maricón que soy… Mierda, ya se bajó el tipo ese y a mí se me
pasó la parada por mi paranoia y el rosado dildo de Marla.

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