viernes, 13 de marzo de 2009

Teatro Negro de Praga


Como muy asiduo cliente de Mcdonald’s siempre he encontrado cierto placer al hendir mis dientes en un Big Mac, y reventar las semillitas de ajonjolí, pero esta vez recibí un golpe muy bajo… El miércoles recién pasado, justo antes de ir al Teatro Nacional como supuesta terapia con la Puste, el hambre nos agarró por sorpresa, y gracias a la simpleza de la asquerosa comida rápida, y de tanta e igualmente asquerosa publicidad de “los pequeños precios de Mcdonald’s” creí conveniente ir a comprarme un par de esas mierdas. En el recibidor, luego de haber ordenado (una porción de Mcnuggets /qué chistoso que vendan pollo en Mc./ y una quesohamburguesa para la Puste, y un menú de cuarto de libra agrandado para mí) y pagado, mi sorpresa fue que al recibir la comida, el tamaño del agua gaseosa que me dieron era el “normal”, así que me quejé con el pobre chato que entrega la comida de que yo había solicitado “agrandar” el menú, a lo que él me responde: “No caballero (¿caballo?), es esa el agua grande, hemos (¿posee acciones en Mc.?) cambiado el formato del tamaño de las aguas”. Bueno pensé yo, la cagaron totalmente. En eso, mientras esperábamos las Mcpatatas (puta, ¿todo tiene por qué llevar el prefijo Mc.?) la Puste logró ver que en el contenedor de los vasos aún había el formato grande; entonces cuando regresó el chato con lo que faltaba por entregarnos ella le alegó que cómo que habían cambiado el formato si aún tenía de los “vasos grandes”. Para no hacerla larga, resultó que ahora no sólo se puede agrandar el menú en Mc., sino que también se puede “agrandar doble”, para comprar el vaso grandote y las papas grandotas, pero pagando el doble por supuesto. Viva el márquetin de Mc. Por lo demás, la noche sí fue bastante terapéutica, como que entrecerrando los ojos para ver bien los colores chintos que evocaban figuras en el fondo oscuro de la gaveta del Teatro Negro de Praga, a la Puste no le gustó, ella, y por un momento yo, hubiéramos preferido ver una obra con diálogos y monólogos, además, la pobre andaba con sueño, y también perdió su diadema, jajajajaja, juro por Dios que sólo la Puste y nada más que ella es capaz de perder una diadema estando sentada en una butaca. Ahí le voy a comprar una un día de estos. Y la noche terminó con un recipiente mediano para Mcpatatas dentro la bolsa de aquella.

P.D.: Maisy, le juro que voy a llevarla al teatro a la próxima.

3 comentarios:

Maria Andree dijo...

Mcinsultemos a Mcdonalds por Mcconfundirnos con esos sus Mcmenus Mcagrandados!!! de alguna Mcforma Mctenian que Mcajustar sus Mccostos por los McNuevos Mcprecios McMódicos de Q 7.-

MANOO que estafa! y es un infeliz!!! si no lo hubiera llamado hubiese tenido que ir con x persona! eso no se hace! en especial cuando esta en "tratamiento" jajajajajajajaa....

BTW: le tomo la palabra de las diademas oyó!!!

Maria Andree dijo...

Por cierto!!! y la foto de mi bolsa QUE??????????
Aún la abro y huele feo =S

Juan Diego dijo...

Jajajajajajaja, es que en serio sólo usted Puste, jajaja, sorprendente que haya metido esa onda en la bolsa, jajajaja. Y la foto se me olvidó, pero cuando regrese a mi casa la subo, se lo prometo.

P.D.: Yo también sólo prometiendo vivo, jajajaja.