sábado, 14 de marzo de 2009

¡PutaaaaaáááááááAAAAAAAAÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!

No más
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ya no puedo más.
Sería tan fácil venir
y escribir una entrada
en la que relate algo verdaderamente
asombroso, como algún asesinato sorprendente,
que sí nos impactara, porque, seamos sinceros, a nosotros
los guatemaltecos ya nada, y de verdad nada nos perturba, vivimos
tan metidos en la mierda, que ahuevos que lo único que logramos hacer
es superarnos en las masacres que cometemos:
....···¨(/unos/–/ishtíos/–/sacándole/–/el/–/corazón/–
/a/–/un/–/maestro/–/y/–/luego/–/bailando/–
/sobre/–/los/–/restos/– /frente/–/a/–/las/–
/susodichas/–/autoridades/)¨···....
Quizá debería huír, que me tildasen de cobarde, o ponerme a escribir poemas de las rojas rosas de radiantes rubís y ya no quejarme, quedarme aquí inerte entre la violencia, entre bombas, entre balas y entre energúmenos caníbales. Ya estoy harto.
Walleo locatur.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es que acaso...
ya nos acostumbramos a la violencia?

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